sábado, 26 de enero de 2008

* ¿SER O NO SER: ALCALDE Y/O DIPUTADO? *

"¡El mejor Alcalde, el Rey!".Lope de Vega.


La proximidad de procesos electorales proporciona, invariablemente, tensiones internas en la confección de las listas partidistas y la consiguiente designación de candidatos.

La evolución de una "carrera" política debería asemejarse, salvando las distancias, a la militar, no por antigüedad pero si desde abajo, por estados de experiencia y por méritos: militante de base-pegacarteles, pertenencia a diferentes niveles de ejecutivas, Concejal y Alcalde. Y, a partir de ahí, política regional, nacional e incluso europea: temporalmente no ha lugar a cumplir esta trayectoria, pero sorteando algunos niveles si, sobretodo ahora que, lamentablemente, la política se ha "profesionalizado".

Ser Alcalde es auténticamente meritorio, el nivel más próximo al ciudadano, la gestión permanente, normalmente con recursos escasos. el acuerdo y el compromiso: en definitiva, la base y pilar de la res pública. Por eso encabezo esta Entrada con una frase enfática e imaginativa de uno de nuestros insignes escritores del Siglo de Oro, Lope de Vega puesta en voz popular.

Respecto al debate suscitado sobre que un Alcalde pueda ser también Diputado Nacional, en principio y por experiencia coincido con Álvarez-Cascos respecto a no duplicar responsabilidades por muchas razones: gestionar bien un sólo cargo, evitar precedentes que generen peticiones similares y/o enfrentamientos internos, decidirse por un único compromiso, posible mala reacción de militantes, simpatizantes y electorado,...

Pero toda regla es flexible, y más en política, por lo que analizo tres casos:

-Asturias: al no presentarse Álvarez-Cascos o la diputada Alicia Castro, que ya se había "hecho" un nombre, y dada la importancia de estas elecciones, parecía conveniente que encabezara la lista al Congreso alguien muy conocido, con éxitos electorales contrastados y gestión evidente: el Alcalde de Oviedo-Gabino de Lorenzo-es un buen candidato, siempre como excepción razonada.
(Foto: Ayuntamiento de Oviedo)

-Madrid: la inclusión de su Alcalde-Alberto Ruiz Gallardón-no parecía aconsejable siendo Madrid una ciudad-capital nacional mayor que muchos estados de la UE, que además crearía serios problemas internos, postularse pública, adelantada e inadecuadamente y, a mi juicio, réditos electorales empíricamente por demostrar (¡me estiman, pero no me votan!, parece que dijo Gallardón del electorado socialista).
La designación del Ex- Presidente de ENDESA-Manuel Pizarro- es una excelente solución y candidato, que dará que hablar en su previsto debate con Solbes.

http://findesemana.libertaddigital.com/articulo.php/1276234206

-Valencia: la propuesta inicial a su Alcaldesa-Rita Barberá- me parece un caso intermedio entre los anteriores, y ya opinaba que sólo poderosas razones de partido lo aconsejarían. Creo que esa ciudad-capital autonómica tiene entidad más que suficiente para la dedicación plena y exclusiva, además de los cargos anexos que puede conllevar como Regidora de la misma (Sociedades, Entidades, posible presidencia de FEM,..).
La decisión última ha sido designar un buen candidato, distinto y consensuado.

Al final, el PP ha presentado sólo seis Alcaldes a Diputados: tres de capitales pequeñas-medianas (Oviedo, Cádiz y Burgos) y tres de ciudades (Cartagena, Don Benito y Tomelloso) que no lo son. Respecto a mi opinión inicial me parece una decisión adecuada.

Dicho con todo respeto a lo que decidan los Partidos, en este caso el PP, pues tanto las relaciones internas, horizontales y verticales , como otros factores, sólo son conocidos de forma directa y objetiva/subjetiva por pocas personas, que tienen la capacidad de decisión acertada o no.
Otra cuestión sería la celebración interna de Elecciones Primarias: objeto, niveles, participación,.., tal vez la más democrática, pero la más incómoda para los "aparatos".





1 comentario:

a las pruebas me remito dijo...

El gran problema que veo en el sistema actual, son los "aparatos" jerarquizados.
Yo apostaría por las elecciones internas que, ciertamente, son mas democráticas, ya que no hemos de olvidar que los partidos se llenan la boca hablando de democracia, pero de puertas a dentro, esta democracia brilla por su ausencia.